jueves, 29 de abril de 2010

Crónica de miércoles…miércoles de crónica

Ya el dicho lo enuncia bien: “siempre en el medio como día miércoles”...

Qué tienen los días de la mitad de la semana que me atraen tanto bien no lo sé, pero la cuestión es que terminan siendo desopilantes…

La jornada de ayer se presentó una vez más mediada por un clima traicionero (esa fucking neblina), que me dejó como resultado una pila de ropa que no sabía adonde poner! Digamos que si ayer hubiese podido describir lo que sentía con una canción, sería ♫los zapatitos me aprietan, las medias me dan calor♫.

Por esa maldita costumbre de estrenar todo lo que uno se compra, me puse unas guillerminas color uva a lo Dorothy demasiado brand-new (digamos que las mal llamadas “chatitas” están presentes en cada uno de estos relatos…cómo olvidar las color dorado que encandilaron a una no sorprendida Vane o las verdes casi de goma que me dejaban ampollas…y bueno: “las divas no se quejan” diría Mirtha…y calavera por otro lado, no chilla).

Sumida en una especie de depresión post-tesina que algunos ya habían anunciado, ahogada en sentimientos de dudas acerca de mi futuro, decepcionada con un currículum que por momentos me parece que le falta un no se qué, tomo fuerzas, un par de mates y me voy rumbo a la city.

En el viaje avizoro situaciones posibles: que alguien me lee y dice “tengo que contratarla”, un editor que llama desesperado y me dice “esta redacción se cae a pedazos sin vos”, que llevo un currículum y justo alguien reconocido me escucha y me propone una entrevista, que salgo seleccionada en un concurso en el cual el ganador escribirá de por vida notas que le interesen y la paga será buenísima…hasta que en un momento el fantasma de Chandler Bing aparece y cual Mónica me dice “You do live in your own world ah????". El parecido con Mónica Geller asusta, pero no me importa, esto nunca me detuvo antes; además, ¿no dice Barabasi que está bueno habitar pequeños mundos?

La llegada al centro y el posterior encuentro y subida al bondi con una Vane Mazzeo llena de sorpresas hace que mi mente oscile entre las anécdotas que me cuenta sobre la charla del día anterior, la gente rara que se sube al colectivo (everytime!!!) y las imágenes de psicópatas caminando por la Peatonal Córdoba que me crucé minutos antes…realmente eran muchos. Fue como que abrieron la puerta de Criminal Minds y salieron todos, junto con repartidores de cajas y gente distraída y lenta que me iba chocando (pajera diría la otra Maru)…todo como al son de un musical!

El regreso a lo de Mazzeo, mediado por la charla sobre la gente que investiga sólo para que le publiquen un libro y los CV adornados que abundan en la academia, tuvo sabor a tarta de zapallitos hecha por Mimí (cómo extrañaba esos mediodías de martes!!!). Lo que siguió podría llamarlo como "mi primera experiencia de llevar a un niño al jardín" (Sofía, la sobrina de Vane) que me demostró que por un lado aún no estoy preparada para eso…y por otro, que soy muy sensible (casi lagrimeo al ver a Ivo, el amigo de Sofía, llorar desconsolado porque no quería entrar); en algún punto creo que me ví identificada con el niño, salvo que el jardín era la tesina…

En fin, rápidamente nos dirigimos a la Siberia. Después de tratar a un profesor universitario de "alcahuete" y recomendarle a otro hacer un "curso avanzado de inglés para viejos", y obvio, después de la pelotudez de Maru de cada día (me confundí un scanner con una laptop), tuvimos que ponernos serios…Blogger, Friendfeed, Delicious, el router que no funca, los palitos de la selva de otra Vane, Dorothy a full, yo promocionando mi blog con los alumnos (que triste!!), la cuenta muleto, y como era de esperarse: la vuelta!

Después vendrían el regreso a Zavalla parada como vaca en la Metro, el rush-full of comments-exciting-chat, y mi esperado y adorado Castle tirada en el futón tomando el mejor café (el que prepara Cris)…ya a esta hora, el cable a tierra.

¿Qué aprendí de este miércoles?

  • Que los pequeños mundos aunque inexistentes son necesarios para mantener la esperanza a flote y disminuir la ansiedad
  • Qué en el fondo todos somos una gran vieja chusma de peluquería
  • Qué Criminal Minds salió de acá
  • Qué para algunos el príncipe azul puede estar a la vuelta de la esquina…o de facebook
  • Qué todavía me falta para la maternidad
  • Qué los miércoles junto con los martes y jueves sigue ocupando el top de los días en que más me río

…y que me encanta escribir!

GGss

sábado, 24 de abril de 2010

Ser o no ser...¿esa es la cuestión?

♫If happy little bluebirds fly beyond the rainbow, why oh why can't I?♫

De chica siempre quise ser muchas cosas…

En la más tierna infancia quería convertirme en una actriz famosa, pero creo que sólo por una cuestión de ego y atención…en esa época no sabía mucho sobre glamour (aún no soñaba ser la musa de Woody Allen…ni siquiera estaba mis planes ser una chica Bond).

Después quise ser “pintora”, no de paredes sino de cuadros…era una época en lo que pintaba más lo que veía que lo que sentía…me gustaba sentarme en el patio trasero con mis pinturitas y dejar que vayan llevando…(aún no había descubierto el poder de lo abstracto).

Más adelante, creo que después de ver El Silencio de los inocentes y seguramente influenciada por mi devoción hacie el agente 007, quise convertirme en investigadora privada. Eran tiempos de tardes enteras frente a la pantalla, imaginándome un mundo en el que tenía casos que resolver, enigmas que detectar, lugares a los que llegar y mostrar mi placa…y quizás tener la suerte de que me llamen Detective Maru, Agente Del Zotto -y otras combinaciones posibles-. Cuando uno pasa casi toda su vida (si, porque infancia y adolescencia sería poco) construyéndose un imaginario a base de celuloide…llega a la adultez estando al horno.

Quién no se imaginó alguna vez levantando el Oscar y diciendo “Than you all”…en mi caso me ganaba el de Mejor Guión Original…sí, también quise ser guionista, (creo que aún quiero serlo)…

En ese entre también estaba el deseo de escribir, de contar, de volcar todo lo que me pasa por la mente, las cosas que veo, siento y pienso, volver a pintar pero con otro pincel…

Finalmente llegó el momento en que me tuve que decidir por una “carrera”, apurada por los tiempos que te corren a esa edad, y quién sabe por qué elegí Comunicación Social! Si ya sé, le dije a una profesora que quería ser periodista (¡qué trillado!) y ella me dijo “Tenés que seguir Comunicación...es como periodismo pero más amplio...te dan el título universitario”. Eran tiempo de más ingenuidad...

No sé porqué le hice caso, ¿por qué no seguí Ciencias Económicas? Para seguir la línea familiar….

En fin, después de tantos años, tantas idas y vueltas, tanto “dejo todo”, “estoy confundida”, “donde me metí”, "me convendría estudiar traductorado de inglés", “etc”, me he dado cuenta que sin embargo durante todos estos años he sido todo lo que siempre quise ser, fui todas mis posibles elecciones de la infancia, todas las combinaciones, soy aún un conjunto de todas ellas, incluso guardo un lugar también para la duda, la indecisión, la locura…todo lo que me ha acompañado siempre.
No sé bien qué es esta carrera, que ni siquiera es tal...creo que es más bien un camino, como el de Dorothy en El Mago de Oz, un sendero amarillo en el que no me encontré con el hombre de hojalata, el espantapájaros y el león, pero sí con muchas personas preciosas, que me fueron afectando de diferentes maneras, haciéndome en ese proceso alguien mejor…

Hubo momentos feos, raros olvidables, hubo brujas malas, pero también un sinfín de personajes y situaciones que quedarán por siempre rondando los lugares de la memoria y el corazón.

Comunicación me posibilitó ser uno y todos a la vez mis anhelos de la niñez, lo que siempre quise ser…poniendo el énfasis en la hibridación más grande de todos lo tiempos: la imaginación y la experimentación.

soñar y hacer: eso es lo que cuenta!


GGss

jueves, 15 de abril de 2010

Mi Tesina

Acá comparto mi tesina...la considero como la guía de Latour: ofrece sugerencias más que imponérsele al lector...tiene más de locura que de rigurosidad "académica"...


miércoles, 7 de abril de 2010

La isla siniestra

"No creo en la normalidad”

Martin Scorsese

Lo primero que uno sabe cuando entra a la sala a ver un film de Scorsese es que, la pase bien o mal, va a tener que hacer esfuerzos para pestañear. Sí, porque cualquier filme de este estadounidense de raíces italianas, capta la atención del espectador desde el minuto 0.

El avance de la cinta ya nos deja claras muestras de que Marty es un amante del film noir (desde siempre..), y como tal, quiere homenajearlo. No podría haber encontrado mejor relato, una adaptación del thriller de Dennis Lehane que cuenta la historia de dos agentes federales que viajan a la escalofriante y por momentos expresionista Shutter Island, donde funciona una institución para criminales “mentalmente insanos”, de la que se ha escapado una prisionera, bueno, “paciente” diría el Dr. John Cawley.

El director dijo que lo que lo decidió a hacer la película fueron las dos últimas escenas, “Tienen un impacto emocional tremendo” dijo en una entrevista. El impacto está presente en todo momento, desde las tomas iniciales que al recorrer la isla transmiten una sensación profunda de temor y de duda. La cámara de Scorsese es la gran protagonista, más que Leonardo Di Caprio, su actor fetiche after De Niro, de cuya “asociación” se produce nada más que magia. Confieso que no soy muy afecta a Leo, pero al igual que Penélope con Pedrito, Marty sabe sacarle sangre, sudor y lágrimas a este actor.

Desde Hitchcock a Lang, desde John Houston a Laura (joya de Otto Preminger de 1944, que el propio Marty le hizo ver a Di Caprio), en Shutter Island hay un recorrido inteminable por el cine. El mismo director lo cuenta: “Me interesaba usar la historia del cine como vocabulario -el thriller psicológico, el horror, el film noir, el expresionismo alemán que es de donde vienen todos esos géneros-, para contar todo a través de la cabeza del personaje de Leo. Pero no las vemos para imitarlas. La idea es tomar en cuenta una historia del cine que lleva cien años: Griffith, De Mille, Ford, Welles, Lubitsch, Preminger, Siodmak. Es una continuidad...” Yo incluso me animo a agregar también El silencio de los inocentes, La naranja mecánica de Kubrick, y de ahí, el cuarto 23 de Lost…(o sea que el recorrido se extendería más allá de cualquier barrera…)

“Entro en el cine como en un sueño” dice Maurice Henry, y en este film esa idea está captada también desde el personaje de Leo Di Caprio, el adorable (si, porque uno se encariña al instante…genera compasión) Edward Teddy Daniels, a quien la realidad se le presenta muchas veces de esta forma. ¿Donde está realmente? Lo que sí sabe es que, como ya lo había cantado Ray Orbison: ♫in dreams you are mine, all the time and we are together, in dreams, in dreams♫ Daniels parece aferrarse a los que ellos ofrecen para seguir adelante y encontrar a Andrew Laeddis.

Todo en este film parece un rompecabezas perfecto: desde la música terrorífica al color oscuro que ilumina lo lúgubre de las celdas y le da al bosque siempre húmedo de alrededor un encanto especial, desde la cámara que de manera sublime nos transmite cada sentimiento de Daniels, desde los actores, impecables: Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Max von Sydow (el Father Merrin de El Exorcista), Michelle Williams, Emily Mortimer, desde la estética noir exaltada y aprovechada al máximo tanto estilística como narrativamente.

La culpa, el arrepentimiento, el pasado visto en colores, el Holocausto, lo peor de uno, el heroísmo, la domesticación, el amor, la duda, la violencia, el sentido de justicia, el miedo al otro…todo gira alrededor de esta isla, que nos muestra una vez más quenadie, ni siquiera el más justo, está en lo cierto…y nadie está salvo. “You’ll never leave this island” le dice George Noyce a Teddy, y creo que esta frase resume el film.

Manifestada de una forma u otra, nunca se puede escapar de la locura, por que ella, afortunadamente, habita en cada uno de nosotros.

Todo indica que Scorsese, mediando una metáfora italiana para seguir en la línea, es coma la pizza de la Santa María…nunca defrauda!

GGss