martes, 20 de julio de 2010

Una oveja blanca, una negra y una gris (redimida)…

1 domingo – 3 filmes, 1 pantalla – 3 historias…

¿Qué puede hacerse una tarde helada y gris de domingo? (que no es lo mismo que la tarde del lunes, en la que como dice Fito ♫lo importante es el camino♫, el camino para ir cual teletubbie de la era del hielo desde el microcentro hasta la reunión nerd (gaucha, perdón!) en lo de Paula, rompiendo un paraguas como en los dibujitos, empapada por esa llovizna molestísima, con la única terapia para combatir el aburrimiento cuando uno va solito por la calle: cantar Killer Queen! si señores, una vez más viví situaciones allenianas mezcladas con las de la vida de Ross Geller…en fin, no comments) Reformulo: ¿qué hace una persona con la mente atrofiada por tantos kilos de celuloide? Mirar cine!

3 filmes parecidos pero distintos, con tintes opacos pero algo de brillo en los bordes, 3 historias sobre relaciones humanas, sobre miserias humanas, sobre elecciones…y la línea (mejor dicho cuerda floja) moral siempre en el medio.

Acá van (las pequeñas y "fugaces"...y a mi manera) reviews:

Cassandra’s Dream,

Hacía rato tenía ganas de ver esta peli, pero no creo que esté a la altura del genio de Allen. Ambientada en la Londres que a Woody tanto le gusta, cuenta la historia de los hermanos Ian y Terry, quienes aceptan una arriesgada propuesta para salir de la crisis financiera en la que sus propios vicios y arrogancias los metieron.

Las constantes allenianas más el trabajo de Ewan McGregor hacen que se disfrute (y cuánto). Allen acierta en mostrar una vez más la miseria cotidiana que ni hace falta disfrazar, en dos hermanos que aparentan ser ovejas de colores opuestos, pero son cada uno exactamente lo contrario a esa imagen. El final vuelve a explotar esa dualidad que choca durante todo el film.

Rescatable:

  • Los pasajes en los que se nota que es el mismo Allen el que habla a través de los personajes…inconfundible e impagable
  • El acento inglés de McGregor (“en cueros” y todo...pero bueno, este comment está de más!)

Olvidable:

  • El tono "yogurt light" de todo el film…y las actrices (Woody la pifió esta vez)

Los misterios de Pittsburg

Basado en el best seller de Michael Chabon, este film entre “esto ya lo vi y no me causa”, “no lo entiendo mucho pero parece independiente” y “por momentos es una joyita”, narra a través del protagonista, el verano de un inteligente nene bien hijo de una capo mafioso, que no se siente para nada a gusto siendo quien es. En ese intento de escape conoce a una pareja bastante particular, con la que vivirá un verano de descubrimiento. Acá también aparece la cuestión de las relaciones (triángulo amorosamente confuso incluído), de ser de una manera o lo opuesto, de personajes diferentes cuyas personalidades en un momento se hibridan, transformándose, arribando a un nuevo lugar, en una metamorfosis que termina de cerrar la historia. Las ovejas se siguen confundiendo…

Rescatable:

  • La dupla masculina: el salvaje Cleveland de Peter Sarsgaard (genio!) y el políticamente correcto (sólo por un rato) Art Bechstain de Jon “soy igual a Christian Bale pero más joven” Foster.
  • Nuevamente ciertos pasajes inteligentes e interesantes, descriptivos, que reflejan el hecho de que sea una adaptación de un gran relato (por eso sus lectores recomiendan no ver el film para no echarlo a perder)…en fin.

Olvidable:

  • Nick Nolte como el padre mafioso…hombre y personaje están de vuelta!

Cuestión de honor

Sin duda la más trillada, violenta, golpe bajo/lugares comunes de las 3…ya el nombre original lo dice todo: Pride and Glory (orgullo y gloria), pero si hay una palabra que le gusta usar en el país del norte, esa es “honor”! La cuestión es que varias generaciones de policías (los Tierney) se ven manchadas por la ambición de uno de ellos de jugar a ser Dios y de yapa quedarse con parte de la torta. Nuevamente las dos caras de la ley reflejadas cual espejos rotos, en muchas direcciones.

Los bordes están esfumados cuando de moral se trata, y no hace falta decir que es necesario salir de las dualidades y los binarismos (nunca se llega a buen puerto) donde sí se ven representados los dirty cups, demostrando que no son sólo patrimonio argento!

Las ovejitas siguen pastando, acá más que nunca, con un hermano mayor que lucha entre lo que sabe pero quiere ignorar y lo que no ignora pero sabe no quiere hacerlo, un hermano menor estrella, inteligente y brillante según el padre (Jon Voight, cuando no!), pero que, como todos, guarda un pasado con alguna manchita, y un cuñado que detrás de la “chapa” de policía decente y padre ejemplar y cariñoso con su esposa e hijos (hasta hace muñecos de nieve!), oculta más hollín que la chimenea de Mary Poppins.

Está claro que acá el que se lleva los aplausos (como siempre) es Edward Norton (otro que mejora con los años), mientras que Collin Farrell no me termina de cerrar (pero este es un problema que tengo desde hace tiempo con este muchacho…ya de por sí no le creo ningún acento, ni siquiera su irish natal).

Rescatable:

  • A Edward Norton siempre le calza bien “proteger y servir”...(aunque se haya lucido más enmarañado con la mente de Hannibal que con la gente de Narcóticos).

Olvidable:

  • Collin Farrel intentando parecer neoyorkino y Jon Voight intentando parecer bueno…

Todo gira alrededor de las ovejas, de qué oveja quiero ser, qué elijo, a costa de qué…¿renuncio? Las pocas apariciones femeninas demuestran en estos filmes que los hombres son los indecisos, los más débiles, los que crean y rompen los lazos como de un soplido, los que creen, pero no saben bien en qué…algunos siguen así, otros se ponen grises...

GGss

miércoles, 14 de julio de 2010

El muelle...nunca es tarde para un buen policial!

Ser todo y convertirse en nada, de eso se trata este film (noir) de Olivier Marchal, que cuenta la vida de Leo Vrinks (Daniel Ateuil), un agente de policía que se siente a sus anchas en el campo, en la calle, donde está la acción, cara a cara con lo que pasa, a diferencia de Denis Klein (Gérard Depardieu), el agente cana corrupto que nació para estar detrás de un escritorio, ascender rápido y tumbar al que se le cruce en el camino.

Frustrados por una banda criminal que está cometiendo una serie de violentos robos, la competencia entre Leo y Denis empieza a ponerse cada vez más violenta, llevándose varias vidas. Es así que de una día para otro la vida del bueno (super-ultra noir) de Leo comienza a derrumbarse como por efecto dominó, mientras que Denis, empieza a estar donde siempre quiso, en la cima del poder. En realidad, la línea moral se ve ensuciada por todas partes de ambos lados, pero bueno, siempre hay una mugre más desagradable, patética y políticamente correcta.

Este policial tiene todos los ingredientes: persecuciones, tiros, hojas secas, ex-prostitutas amigas que facilitan información, puteadas dignas del idioma de Alejandro Dumas, night clubs, voyeurismo, sexo, golpes, periódicos del día después, encarcelamientos injustos, entierros, vendettas, gente encerrada en el baúl y gente encerrada en su propia miseria! También acompañan los clásicos cambios de bando, los puentes sobre el Sena y las calles húmedas (en París sale poco el sol, por eso a los franceses les gusta cuando este por fin sale, “salir a lagartear”....pero ese es otro tema que nada tiene que ver...¿por qué lo cité?)

Una vez más, me veo obligada a decir que debo sacarme el sombrero frente al cine francés; esta historia probablemente hubiera sido arruinada por cualquier producción norteamericana. De ahí que desde el inicio hasta el final no haya tanto desperdicio de tiempo ni tanta sobreexplicación.

Daniel Ateuil sabe lo que hace (y cómo hacerlo), mientras que Depardieu hace de Depardieu. Todos los actores completan el combo francés con magnitud y actitud, demostrando una vez más que desde Barthes a Latour, desde Foucault a Morin, desde Victor Hugo a Saint-Exupéry, desde Méliès a Truffaut y desde Belmondo a Vincent Cassel, los franceses saben (y cuánto) lo que hacen...(la lista de gente francesa es infinita, ocuparía varias páginas).

Por eso, y aunque date del 2004, nunca es tarde para ver este gran policial!

Recomendadísimo!

GGss

martes, 13 de julio de 2010

Comunicadora al borde de un ataque de nervios

Porque todos tenemos muchos proyectos, pero mientras tanto hay que tener un plan B…


En los peores momentos, por decirlo de alguna manera, surge la inspiración. En esos momentos en que la mente está “en negro”, negativa, pesimista, ahogada en una par de gotas de agua, confundida entre bits de información, ahí, justamente ahí es cuando en algún lugar del cerebro alguien frota dos maderitas y se hace la luz. El frío de la ola polar enfría los huesos pero no las ganas de hacer, y esta cronista en pañales, soñadora de las letras, cinéfilísima y ex -apocalíptica, se pregunta “¿por qué?”.

Fruto de vaya a saber qué agregados del destino y que pizcas de la herencia, uno es ansioso…hasta la médula, hasta el dedito gordo, y si a esto le agregamos el maldito afán por pensar y reprensar tanto las cosas y las situaciones hasta el nivel de llegar a sentirse orgulloso por eso pero a la vez querer suicidarse, uno está real y básicamente al horno.

La vida lo va llevando a uno por situaciones que lo ubican justo en el lugar que no quería estar, justito ahí, en el asiento del colectivo detrás del que tenía encima la cola de una muchacha contenta, que le contaba a otra “si, viste que muchos tardan mucho tiempo, pero yo conseguí rápido”. “Why????” me pregunté!, “Why????”, seguido de un “¿quién me mandó?”. Ni siquiera Nunca fuimos modernos, el habitante más sabio de mi bolso (no puedo ocultar más mi devoción por este hombre...igual nunca la oculté!) pudo salvarme! Aclaro, porque todavía no lo hice y estoy oscureciendo el relato, que no hablo de hombre, hablo de algo más estresante: la búsqueda de trabajo.

Cuántas veces nos hemos preguntado (y he cansado a Dios y María santísima en cuanta reunión de amigos, familiares y colegas he estado), “¿qué pasa conmigo?”, “¿qué hice mal hasta acá que todo sigue igual?”, “¿servirán de algo todos esos años de idiomas?” “¿qué hago con la Licencia? (al menos me sirve para decir con propiedad “Del Zotto, Maru Del Zotto”).

¿A quién podemos echarle la culpa?...

Si alguien se ha hecho alguna vez la pregunta que hable ahora y me lo diga así no me siento tan de-sola-da! ¿Serán los planetas? ¿Será que este no es el año de la rata? ¿o el de los arianos? ¿Tendré que ir a una reikista? ¿Tomar alguna poción mágica?

Reformulemos: ¿hay algún truco? ¿Es sólo cuestión de paciencia? Más de 150 CV dando vueltas por el mundo no son suficientes? ¿Idealicé demasiado la vida hasta acá? No sé por qué tengo la sensación de que los viejos periodistas, o los periodistas de los viejos medios, no empezaban su carrera mandando CV's...(ahí puede ir otra idealización!). Aunque tampoco soy periodista, soy comunicadora...(pero acá tendría que empezar otro debate qué sé, terminaría en cualquier lado), así que me conformo diciendo que, siguiendo a Bruno, soy mejor dicho un ser híbrido...

Estoy en problemas ¿no? Qué problema! Cierto que ya había dicho que estaba al horno…

Solo me resta esperar, seguir mientras tanto haciendo lo que me gusta: escribiendo, buscando, produciendo, creando, colaborando, participando de proyectos en los que agradezco estar, compartiendo el tiempo y el espacio con esos pilares de siempre, esa gente gaucha que siempre da la mano, presta el oído y de paso ceba unos mates.

Pero bueno, necesitaba expresar estas dudas-sentimientos a ver si podemos poner a funcionar una vez más la inteligencia colectiva, para, en ese movimiento, producir un cambio, releer, reestablecer, reformular, reformar, reasociar los pensamientos para concebirlos de otra forma, como dice Latour: “En cada instante tenemos que reordenar nuestras concepciones de lo que estaba asociado porque la definición previa se ha vuelto en alguna medida irrelevante”.

En síntesis, le hice caso a Saramago en eso de:

“no busques trabajo: escribe”


GGss