lunes, 30 de agosto de 2010

Un lunes...tan sólo un viaje

Un lunes de locos me dije una y otra vez…un lunes de locos.

Volviendo en el colectivo intento seguir leyendo Seda, voy por la página cincuenta y tanto pero algo me detiene, dos cordobeses se suben cerca de la Facultad de Medicina y se sientan justo detrás de mí. Me cuesta concentrarme en la vida de Hervé Joncour, lo intento, pero me cuesta.

Unos metros más adelante decido cerrar el libro, ya habrá otro momento para seguir explorando la vida de ese francés, por momentos tan parecida a la de cualquiera de nosotros...

Los cordobeses hablan del mal de chagas y yo pienso que mi único mal en ese momento son esas palabras ruidosas, con el sólo encanto que acompaña una conversación entre amigos.

El chofer apaga la luz y llega una cierta calma. Decido ponerme a pensar, relajar los músculos, pienso en el día, en el frío gris y ventoso, la labor colectiva en lo de Vane, en cuánto nos reímos hasta casi no poder respirar, pienso en lo que hablamos, de la vida, como siempre, de nuestra lista de tareas pendientes, de lo que queremos hacer, de lo que queremos ser…de que no sabemos hacia donde queremos ir pero sí hacia donde no queremos….

Sigo pensando en qué será de esta vida, que siempre te da lo que ni se te había ocurrido pedirle y te hace desear hasta el dolor lo que le pedís, pero me doy cuenta que sin querer uno va teniendo y haciendo todo eso que deseaba, de alguna manera, casi natural, casi pasional…incluso que la vida es eso, vivir, nada más ni nada menos...

Reflexiono sobre lo que no fue, sobre lo que pasó casi sin dejar marca, sobre lo invisible que podemos llegar a ser, sobre la estructura que me marcó tanto tiempo, y de inmediato me acuerdo del Tattler y de ese hacer adorado que es escribir, de ese deseo que ya se ha transformado en un impulso tan esencial como es el de respirar, de hacer magia con las palabras...de intentar ser artesanos, en todo lo que emprendamos.

Me acuerdo de la torta marmolada del cumpleaños de Vane y de los mates amargos de Paula que saben a cálido, a compartir, a amistad, de los potus que llegan hasta el cielo, de José leyendo a Latour de mil maneras, de Gise que va y viene con Titán, de Vane siempre cómplice de mis locuras, de la hora que nos apura y flagela, de la vuelta a casa caminando a ritmo de cuarteto con José... y mi mente vuelve al mismo lugar: el colectivo.

Sigo mirando por la ventana y veo más allá, en los caminos, los trayectos, lo que uno emprende siempre con otros, pienso en los amigos, la gente que siempre da la mano, los que llenan los espacios muertos de vida y los tiempos errantes de felicidad…

Me pongo a pensar en que hasta ahora no valoré las mañanas, pienso que aunque no me acuerdo nunca, soy feliz. Pienso en las petunias violetas y fucsias que hacen que el ventanal sea una fiesta, en ese aroma a primavera temprana, precoz. Pienso en los malvones, en cuántos que hacen de mi jardín un verdadero edén, en cuántos nacieron, en los que tienen pimpollos, pienso en esa caléndula que ya me dio una flor, en los tallos que están rebrotando, en las fresias, las rosas rococó, en la hiedra lila que era de la abuela y decidió crecer por acá también…

Pienso que las plantas siguen siendo grandes maestras: las que alabo demasiado se marchitan, como diciéndome que el ego (aunque sea ajeno) no es bueno, y aquellas en las que menos confío, aquellas que me miran desde aquel claro o este rincón, aquellas que dejé casi a la deriva, desconfiada, entre triste y melancólica, están sacando nuevos brotes, tienen vida, me sorprenden todos los días, me demuestran que se puede. Pienso en cómo sobrellevó la helada ese lazo de amor, pienso en que es mitad planta mitad metáfora...

Ya falta poco para llegar, ansío seguir leyendo a Baricco y ver qué pasará, si Hervé Joncour volverá a las tierras lejanas japonesas por esa mujer misteriosa o se quedará en el día a día, pienso una vez más cuántas veces el corazón desea pero la mente reprime, en que hay razones que desconoce y hay pasiones que hasta teme…

Y entre deseos que fluyen, veo el cartel verde.

Estoy llegando, se enciende la luz, estoy en casa.

Pienso, una vez más, que mientras tenga donde escribir, sea donde sea, estaré a salvo…

GGss

miércoles, 18 de agosto de 2010

Fiebre de Cine

...cómo navegar contra placa y marea el celuloide, y no morir en el intento!

4 días sin salir a la civilización

9 películas (y el menú más variado e imposible de la carta)


Jueves

Frozen River (2008)

La desesperación no tiene límites

En la reserva de Mohawk, entre la frontera de Nueva York y Quebec, Ray y Lila, dos mujeres y madres solteras, tienen un arriesgado plan para sobrevivir: entrar al mundo del contrabando a través de las aguas congeladas del Río St. Lawrence.

Con dos nominaciones al Oscar: mejor actriz principal (Melissa Leo), y guión original; y el Premio al Jurado como mejor película en Sundance, este film tan desolado como el mismísimo paisaje, me dejó una sensación parecida a la de Precious. Lazos fuertes en lugares de cartón. Soledad, incomprensión, desamparo, reflejados de una manera casi documental.

Consejo: verla un día frío pero sin fiebre ni malestar porque de lo contratio acrecentará las ganas de tirarse debajo de un camión!

Viernes

pico de fiebre y pico de cine rosa-trillado-previsible...en una palabra: pochoclero (digno de esos días en que la mente no tiene capacidad alguna)

Sweet Home Alabama (2002)

La legalmente rubia Melanie Smooter está a punto de convertirse en una diseñadora de modas famosa y esposa del hijo de la Alcaldesa de New York, pero un nudo sin desatar de su pasado la hará volver a su pueblo natal en Alabama.

La típica peli para ver cuando no hay otra cosa, la típica que ya sabés cómo va a terminar cuando ves directamente el poster...

Consejo: si lo tuyo es el cine que desperdicia rollos de celuloide, te sentirás home sweet home...

27 vestidos (2008)

Jane (Katherine "Grey's Anatomy" Heigl) está al horno: lleva su vida en una agenda que pierde, sale de madrina en cuanto casamiento la convocan pero nunca agarra el ramo ni la cinta, tiene problemas graves para decir que “no” y encima está enamorada secretamente de su jefe que la usa de “che piba” y se enamora de su fashion, insoportable, “la golpeo en cualquier momento” hermana. Pero en toda peli rosa hay un príncipe azul, aunque aparezca en el cuerpo de James Marsden....

Consejo: aunque con 27 cosas para criticarle, ponerse este vestido por lo menos divierte un poco…

17 otra vez (2009)

La típica del pibe que tomó la decisión equivocada en la adolescencia y se quiere redimir ya cuarentón de la mano de un viejo pelado que oficia de mediador entre su realidad y la "dimensión desconocida" (nunca habrá nadie como el ángel Clarence de Qué bello es vivir, obvio). Zac Efron no me cae pero le tomé cariño los últimos 5 minutos y Matthew Perry aunque lo intente sigue siendo Chandler Bing (igual no hubo mucho lugar a la comparación porque casi ni aparece).

Nuevamente el deja vú cinéfilo en escena…aunque cuando uno no tiene ganas de pensar es efectivo porque facilita procesos cerebrales.

Consejo: todo les va a parecer una cagada y de yapa, odiarán al tío Ned y sus mechitas!!!!

Bonus Track rescatable:

10 cosas que odio de ti (1999)

¿Quién no fue adolescente y añoró ir a una secundaria como Padua en Seattle, ser amiga de las hermanas Stratford y que Patrick Verona te cante a capella ♫You're Just Too Good To Be True ♫?

Esta película sobre historias de adolescentes no es cualquier película…quizás sean los actores (Heath Ledger, Julia Stiles y Joseph Gordon-Levitt, entre otros que después empezarían a verse por todos lados), quizás la música pegajosísima o quizás la historia misma (con claras referencias a La fierecilla domada de Shakespeare) de dos hermanas que sólo pueden salir si lo hacen las dos juntas, pero lo cierto es que uno no puede hacer más que adorar este film y volver a verlo una y otra vez!

Consejo: Los bárbaros, aquí están…disfruten viendo cómo arrasan con lo conocido!!!

Sábado

Carrie (1974)

La combinación perfecta de Stephen King y Brian De Palma hecha sangre!

Sissy Spacek ya prometía, Travolta ya apestaba (qué persona insoportable!!!) y De Palma ya homenajeaba a Hithcock de todos los modos posibles. Se complica describirla en pocas palabras (merecería un post entero), pero este film es una bocanada de aire fresco!

Abundan los guiños, la simbología, lo sublime, el color rojo sangre…(creo que entre Carrie y Scarface, De Palma gastó un tanque de 500 litros de sangre de chancho!)

Consejo: el que no la ve se pierde la intensidad y genialidad del montaje paralelo digno de algunos pocos genios, y a la madre de Carrie que manifiesta su enojo casi como excitación…se confunden en un momento!

Domingo

La tiendita del horror (1986)

Lo bizarro en estado purísimo!

Un musical de esos que vienen bien….Qué podía esperarse sino de Frank Oz, que juntó a Rick Moranis, una actriz parecida a Anabela Ascar (pobre Ellen Green), Steve Martin y cía, una planta asesina y una puesta en escena bien teatral.

Steve Martin como Orin el dentista es sólo una de las razones para no perdérsela... experiméntenlo ustedes mismos!

Consejo: sólo para freaks…

Los Expedientes Secreto X: Quiero creer (2008)

El voy y vengo está a la orden del día…y volvió de la mano de Don Trillado, congelado con nieve del estado de Virginia y Molder y Scully tratando de rehacer su vida (ella rodeada de pacientes, él de recortes de ovnis).

Con un típico argumento de película meramente comercial, sumado a un cura pedófilo que tiene visiones, unos rusos con ideas dementes, Amanda Peet haciendo de persona seria y un par de cabezas bajo el hielo, esta película es para los fans de la serie y para el que esté sin hacer nada un día domingo (como quien suscribe).

Consejo: quiero creer que no harán otra más!

Up (2009)

Esta peli animada es realmente “una aventura en altura”, que los llevará a pasear en globo por la tierra de los sueños, de esos que siempre anhelamos hacer, junto al viejito Carl Fredricksen, el tiernísimo (siempre y cuando sea vecino y no pariente), el perro latouriano Doug y pájaro Kevin.

Con los típicos contratiempos que pueden sucederse si uno ata la casa a un globo, este sinfín de situaciones dignas de risas y llantos sacará a flote el niño que todos llevamos dentro (bueno, a flor de piel!)...

Consejo: regálense dos horas en las tierras elevadas donde todo puede pasar!

Con este resumen pequeño y personal quería expresar, que aún en tierras afiebradas:

...no hay como el cielo de celuloide!

GGss


martes, 10 de agosto de 2010

Los bárbaros...un breve y leve acercamiento

"El pez más grande del río es así porque no se deja pescar" Ed Bloom (El gran pez - Tim Burton - 2003)

Qué

“¿En qué creemos para tener este ciego instinto de poner algo a salvo?”

Los italianos tienen algo especial, lo sé. Quizás sea la sangre, quizás las raíces o el mismísimo imaginario, pero la mayoría de las veces me encuentro maravillada por sus producciones. Y esta, obviamente, no iba a ser la excepción.

Alessandro Baricco, antes de ser Lic. en Filosofía, dramaturgo y periodista, es un artesano de las letras. Es uno de esos creadores de la pluma (o de la tecla seguramente) que hace que al leerlo uno se vea tentado a citar esta frase, y esta frase, y esta frase…y bueno, todo el libro! Pero lo más genial de su prosa, en definitiva lo que lo define a él, es que no intenta parecer sabio a partir de las palabras difíciles e inentendibles (de las que tantas veces nos hemos tenido que cansar leyendo).

Baricco hace simple lo complejo, amenizando cada párrafo, agregándole una dosis perfecta de humor, imaginación, experiencia y anécdotas culturales y de la vida… Alguna vez me dijeron que me tomaba algunas licencias narrativas…pero en definitiva ¿hay una manera de narrar más que la que brota del puro apasionamiento?

Hacia ahí iré entonces, en un intento no de contar paso a paso este genial libro (porque sería extenso, aburrido y le quitaría emoción al lector que se sumerja en este océano bariccoso) sino de destacar algunos puntos…Pero vayamos al grano!

¿Por qué?

Baricco en realidad quería llamar “La mutación” a su libro, y no “Los bárbaros”, pero no encontró a nadie que le diera un “me gusta” a este nombre. Según él, era el nombre exacto para describir el asunto que a él le gustaba comprender: “en qué consiste la mutación que veo a mi alrededor”.

Los bárbaros están llegando, los bárbaros aquí están…de a poco están cambiando el mapa.

La manera en que empieza a introducir a esta nueva "generación", es a partir de un irónico y genial desarrollo de 4 epígrafes (del cual destaco el homenaje a Banjamin que hace piantar un lagrimón al lector más duro), que describen sin lugar a dudas todo el libro:

  • “El miedo a ser derrotados y destruídos por hordas bárbaras es tan viejo como la historia de la civilización. Imágenes de desertización, de jardines saqueados por nómadas y edificios en ruinas en los que pastan los rebaños son recurrentes en la literatura de la decadencia, desde la antigüedad hasta nuestros días” (W. Schievelbusch)
  • “Elegancia, pureza y medida, que eran principios de nuestro arte, se han ido rindiendo gradualmente al nuevo estilo, frívolo y afectado, que estos tiempos, de talento superficial, han adoptado. Cerebros que, por educación y costumbre, no consiguen pensar en otra cosa que no sean trajes, la moda, el chismorreo, la lectura de novelas y disipación moral; a los que les cuesta un gran esfuerzo sentir los placeres, más elaborados, menos febriles, de la ciencia y del arte. Beethoven escribe para esos cerebros, y parece que tiene cierto éxito si he de hacer caso a los elogios que, por todas partes, veo brotar respecto a este último trabajo suyo” (The Quarterly Musical Magazine and Review, 1825).
  • “Mickey Mouse” (W. Benjamin).
  • “Era de trato fácil. Me llamaba sheriff. Pero yo no sabía qué decirle. ¿Qué le dices a un hombre que reconoce no tener alma? ¿Qué sentido tiene decirle nada? Pensé mucho en ello. Pero él no era nada comparado con lo que estaba por venir” (C. McCarthy).
Como Benjamin, Baricco fotografía el devenir, como a Benjamin, a Baricco le interesan las transformaciones, los indicios de las mutaciones, “él nunca intentaba entender qué era el mundo, sino, en todos los casos, saber en qué se estaba convirtiéndose ese mundo”.

Quienes

“Cuando el bárbaro llega allí tiende a reconstruir, con el material que ha encontrado, el único hábitat que le interesa: un sistema de paso”

"Donde esa gente puede respirar, nosotros nos morimos"


Los bárbaros encarnan una nueva idea de experiencia, una nueva técnica de supervivencia, una nueva civilización.

El descenso culto y profundo al pasado requiere demasiado esfuerzo para estas bestias, que prefieren construir conocimiento a partir de lo que encuentran, de una manera puramente lúdica. Para ellos nada es profundo, ni auténtico, ni inigualable, ni irreemplazable: “Para los bárbaros el pasado es un vertedero de ruinas: ellos van, miran, se llevan lo que les resulta útil y lo utilizan para reconstruirse sus casa”, “el pasado es útil sólo cuando y donde puede convertirse, de inmediato, en presente”. Les interesa la potencia, lo que puede hacerse con estos desechos, el movimiento es su valor supremo.

A los bárbaros no les interesa girar alrededor del objeto intentando develar su sentido, ni siquiera irlo a buscar a las profundidades mismas del pensamiento (el rito de la profundidad), a ellos los moviliza el mismo acontecimiento, la trayectoria. Su movimiento no es el del razonamiento sino un movimiento nervioso, animal. “El paso adelante es algo que no comprenden: creen en el paso lateral”.

Ante estas bestias, la casta intelectual, que cree resguardar el conocimiento, el saber producto del esfuerzo, la atención, la reflexión y las palabras difíciles que lo único que hacen es separarlos de estos saqueadores y hacerlos sentir en un lugar de privilegio, se empieza a derrumbar como pieza de dominó.

Estos supuestos encarnadores de lo culto (lo culto no por culto debe ser bueno) son zombies, son muertos que hablan, son una ciudad amurallada que se ve en ruinas, “al horno”, a partir de la invasión de estos mutantes a quienes no les interesa desterrarlos ya que contrariamente a ellos, no pueden establecerse en un lugar sino seguir en constante y pleno movimiento. No saben qué hacer ante estos especímenes a quienes les han salido branqueas detrás de las orejas, que los hacen aptos para navegar las aguas de cualquier mar....porque sí: han decidido vivir bajo el agua.

Todos en algún punto vivimos presos en esta dualidad, somos bárbaros, queremos serlo, pero a la vez nos tira la parte zombie, que intenta resguardar saberes llamados “originales”. Todos nos quejamos de Google y denunciamos las copias, pero buceamos sus mares y experimentamos sus aguas…y los ejemplos podrían seguir ad infinitum.

Cómo

A partir de temas tan disímiles como el vino, el futbol, los libros, Google (imperdible), la música clásica, Baricco va trazando un recorrido que intenta empezar a echar luz sobre esta nueva generación, estos mutantes a quienes no les interesa sumergirse en las profundidades del conocimiento sino surfear la superficie. Son hombres horizontales, nómades, hijos y padres del multitasking, que no buscan la experiencia porque la son, son peces que navegan las aguas sin miedo.

“Me gustaría mirar esas branquias de cerca. Y estudiar ese animal que se está alejando de la tierra, y que se está convirtiendo en pez. Me gustaría examinar la mutación, no para explicar su origen (eso está fuera de mi alcance), sino para conseguir, aunque sea desde lejos, dibujarla”

Y Baricco sigue nadando por lo que él llama principios de pensamiento, como la educación, la democracia, la nostalgia, el pasado, la autenticidad, retratos que dan vida y forma a los bárbaros, aunque sea en forma sólo de imagen que se va borrando en la arena…

Ya al final, y siguiendo lo que parece ser su estilo, intenta describir el estancamiento de una forma de saber que nos dominó durante mucho tiempo (y domina aún), con la figura de la Gran Muralla china (aquí sólo un fragmento):

“Caminar durante siete horas la Gran Muralla es la forma más exacta de caminar durante siete horas permaneciendo en el mismo punto. No existe casi devenir y te acompaña un único gesto arquitectónico, inmutable durante kilómetros, que te propone de manera constante el mismo corte de piedras, el mismo color de antepechos, la misma idea de escalón, durante kilómetros”

Este libro realmente no tiene desperdicio, por eso, invito al que aún no lo hizo a darle una lectura, o mejor dicho, a sumergirse en este mar que contrariamente a la muralla, propone un intercambio, un movimiento, como las olas.... Quizás lo rico esté en que como el mismo autor lo define, es “una tentativa de pensar escribiendo”.

GGss

PD: nunca hice una review de un libro así que disculpen las licencias narrativas (ja)!