Alentada por un nuevo encuentro, entre contenta pero aún confundida aún con “El giro semiótico”, me encuentro una vez más reflexionando sobre este proceso…
Me doy cuenta de cuánto tienen que ver en todo esto la apropiación de tantas nuevas herramientas que en el correr de menos de dos años cambiaron mi manera de ver, de organizarme, casi de configurar mi pensamiento y mi manera de hacer…Después de unos mates fríos que acompañan mi estancia junto a la de Paolo Fabbri en esta mañana lluviosa, ocurre algo que dispara mi reflexión: el hecho de tener una nota de Alejandro Piscitelli a sólo unos centímetros de distancia, envasada en forma de Revista Ñ. La nota se llama “La cultura de los poslectores”, que ya había ojeado, sólo que ahora me aventuro a leerla con más detenimiento.
Como suele ocurrirme últimamente, lo que leo lo asocio con mi experiencia tesística actual… ¿qué hubiese sido de nosotros, tesistas, de haber estado en esta instancia algunos años atrás? ¿Cómo se hubiesen sucedido los acontecimientos hasta llegar al trabajo terminado?
Se puso alguien seriamente a pensar que de no ser por Internet tendríamos que vivir recluídos en una biblioteca…un lugar frío, opaco, con olor a papel…no es que no me gusten, pero me doy cuanta que este mundo detrás de la pantalla, la cantidad de redes que se han ido creando, mantienen este proceso más caliente, porque mientras uno lee sabe que hay gente del otro lado que quizás está buscando lo mismo, quizás está sintiendo lo mismo.
Es realmente un mundo cálido, porque Internet nunca se detiene, sus arterias y venas hacen que el flujo de información corra siempre sin fin, creando en su cauce infinidad de mundos nuevos, que a la vez nos potencian.
No sé si alguna vez llegaré a convertirme completamente en “bárbara”, pero si en un nuevo tipo de lector, resultado de múltiples tramados de “trabajo/juego/reinvención”, partícipe de esta tan actual “cultura participativa, término que engloba esta nueva forma de co-producir mediaciones”. Lo que yo escribo o leo te sirve a vos, le sirve a él, le sirve a ellos…me vuelve a servir a mí desde otro ángulo, enriquecito por otros aportes. Es lo que sucede con la serie Lost, uno la ve, sabiendo la comunidad que también la ve, (en realidad, alentado por alguien que insistentemente la recomienda), intercambiando opiniones, teorías, compartiendo datos, páginas, videos, dvds, bajando más información, grabando, escribiendo al respecto, leyendo y volviendo a escribir…un conjunto de tareas que nos afectan, saciando jamás nuestra curiosidad (y como dijo una vez Pedro Almodóvar: “La curiosidad es lo único que me mantiene a flote”).
Piscitelli dice: “La convergencia se produce en nuestras cabezas y en nuestras interacciones sociales” y eso es lo que me dí cuenta que puede estar ocurriendo con nuestras tesinas. “El consumo ha devenido colectivo, los lugares de la producción/consumo se intercambian crecientemente (…) Las conductas van por el ascensor y los conceptos por la escalera. Más que muerte o fin, debemos hablar de reinvención de la lectura. Pero esta vez los lectores serán cada vez más escritores y su paleta no estará compuesta sólo de texto sino también de imágenes, sonidos y objetos. Lo digital convertido en corrosivo de géneros, soportes y formatos permitirá una liberación expresiva inaudita”.
Ser cada vez más escritores, tener “paletas” con más variedad, realmente me ilusiona, y me hace dar cuenta que desde estos últimos casi dos años, cambié mi manera de pintar, ya no sigo un modelo, sino que me dejo afectar…como diría Picasso ya “no pinto lo que veo, pinto lo que pienso”…un gran colectivo de cosas….
Me doy cuenta de cuánto tienen que ver en todo esto la apropiación de tantas nuevas herramientas que en el correr de menos de dos años cambiaron mi manera de ver, de organizarme, casi de configurar mi pensamiento y mi manera de hacer…Después de unos mates fríos que acompañan mi estancia junto a la de Paolo Fabbri en esta mañana lluviosa, ocurre algo que dispara mi reflexión: el hecho de tener una nota de Alejandro Piscitelli a sólo unos centímetros de distancia, envasada en forma de Revista Ñ. La nota se llama “La cultura de los poslectores”, que ya había ojeado, sólo que ahora me aventuro a leerla con más detenimiento.
Como suele ocurrirme últimamente, lo que leo lo asocio con mi experiencia tesística actual… ¿qué hubiese sido de nosotros, tesistas, de haber estado en esta instancia algunos años atrás? ¿Cómo se hubiesen sucedido los acontecimientos hasta llegar al trabajo terminado?
Se puso alguien seriamente a pensar que de no ser por Internet tendríamos que vivir recluídos en una biblioteca…un lugar frío, opaco, con olor a papel…no es que no me gusten, pero me doy cuanta que este mundo detrás de la pantalla, la cantidad de redes que se han ido creando, mantienen este proceso más caliente, porque mientras uno lee sabe que hay gente del otro lado que quizás está buscando lo mismo, quizás está sintiendo lo mismo.
Es realmente un mundo cálido, porque Internet nunca se detiene, sus arterias y venas hacen que el flujo de información corra siempre sin fin, creando en su cauce infinidad de mundos nuevos, que a la vez nos potencian.
No sé si alguna vez llegaré a convertirme completamente en “bárbara”, pero si en un nuevo tipo de lector, resultado de múltiples tramados de “trabajo/juego/reinvención”, partícipe de esta tan actual “cultura participativa, término que engloba esta nueva forma de co-producir mediaciones”. Lo que yo escribo o leo te sirve a vos, le sirve a él, le sirve a ellos…me vuelve a servir a mí desde otro ángulo, enriquecito por otros aportes. Es lo que sucede con la serie Lost, uno la ve, sabiendo la comunidad que también la ve, (en realidad, alentado por alguien que insistentemente la recomienda), intercambiando opiniones, teorías, compartiendo datos, páginas, videos, dvds, bajando más información, grabando, escribiendo al respecto, leyendo y volviendo a escribir…un conjunto de tareas que nos afectan, saciando jamás nuestra curiosidad (y como dijo una vez Pedro Almodóvar: “La curiosidad es lo único que me mantiene a flote”).
Piscitelli dice: “La convergencia se produce en nuestras cabezas y en nuestras interacciones sociales” y eso es lo que me dí cuenta que puede estar ocurriendo con nuestras tesinas. “El consumo ha devenido colectivo, los lugares de la producción/consumo se intercambian crecientemente (…) Las conductas van por el ascensor y los conceptos por la escalera. Más que muerte o fin, debemos hablar de reinvención de la lectura. Pero esta vez los lectores serán cada vez más escritores y su paleta no estará compuesta sólo de texto sino también de imágenes, sonidos y objetos. Lo digital convertido en corrosivo de géneros, soportes y formatos permitirá una liberación expresiva inaudita”.
Ser cada vez más escritores, tener “paletas” con más variedad, realmente me ilusiona, y me hace dar cuenta que desde estos últimos casi dos años, cambié mi manera de pintar, ya no sigo un modelo, sino que me dejo afectar…como diría Picasso ya “no pinto lo que veo, pinto lo que pienso”…un gran colectivo de cosas….
GGss
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