Cada noche antes de dormir pienso en todas las cosas que hice en el día. Los acontecimientos una y otra vez retumban en mi mente. Las charlas, los diálogos pasajeros, la gente que crucé, los episodios que experimenté. Cada vez que pongo la cabeza en la almohada, junto con el sonido del tren, que pasa no muy lejos cada santa noche a las 12 y la 1 a.m, pienso en las pelis que me falta ver, los libros que me quiero comprar, el guión que quiero escribir, y lo que voy a publicar en el próximo posteo. Anoche no pude dejar de pensar en esto que quiero contar.
El de ayer fue una especie de “super martes”, “maratón de los martes”, yo lo llamaría “martes loco”. Pasaron tantas cosas en menos de 24 horas que la “serie de eventos afortunados” (o desafortunados) me pareció merecedora de un lugar en el blog.
El de ayer fue una especie de “super martes”, “maratón de los martes”, yo lo llamaría “martes loco”. Pasaron tantas cosas en menos de 24 horas que la “serie de eventos afortunados” (o desafortunados) me pareció merecedora de un lugar en el blog.
Todo comenzó temprano, preparando las actividades del día (por primera vez le doy la razón a mi padre sobre el hecho de postergar mi experiencia laboral por un año)…creo que si a la locura diaria de este año le sumara una jornada laboral ya hubiese desistido de alguna de las dos. En fin, el viaje en colectivo ya empezó con problemas: tuve que cambiar de coche en Godoy y Avellaneda, hecho que retrasó mi llegada al taller de tesis.
Una vez ahí nos encontramos con Sandra, también cansada por su rutina diaria: “Chicos, yo empiezo desde temprano con la leche para los chicos, las tareas y la escuela”. Después de recibir un “ver” acompañado de una “analizar qué corpus” le vuelvo a entregar mi intento de construcción del tema y la introducción, sabiendo que, como es ya una constante, me meto en terrenos difíciles (¿quién me manda?).
Terminado el taller partimos con Mazzeo (compañera de andanzas, persona kamikaze si las hay) para el centro. Acá empieza lo más loco del día. Al bajar del 101 nos topamos con un negocio de comidas rápidas llamado “Subway” al que sin pensar entramos. El hambre y la indisponibilidad de tiempo limitaron nuestra decisión. Allí nos deleitamos con esos sándwiches a los que uno le puede poner de todo lo que se imagine. Los martes son todo un tema: vengo comiendo sano y desbarranco cuando almuerzo en lo de Vane. Debo reconocer que Mimí cocina incluso mejor que mi mamá. Así que ese día mi excepción de los fritos se vuelve regla.
Terminado el rápido almuerzo, y luego de caminar unos pocos metros, un travesti nos recibe por peatonal Córdoba al grito de “despójense”, “despójense de todo”. Yo de lo que me quiero despojar ahora es de su recuerdo.
Caminamos un poco más y llegamos a la Facultad de Humanidades y Artes donde asistimos a una charla brindada por el profesor Alejandro Tomasini Bassols (que yo recordaré siempre como “el hombre del cinturón color verde loro”, pero que explicó como los dioses, y encima era super simpático) sobre la ontología en el Tractatus de Wittgenstein. En algún momento de la charla pensé: “¿Por qué? Eso me pasa por hacerle caso a Aníbal”. Pero realmente fue fructífero, además de que puede llegar a ser útil para mi tesis. La charla se dictó en, creo yo, una de las aulas más diminutas de esa casa de estudios (que voy a considerar como locación para alguna futura película de suspenso…el día que fundemos “Cosa Nostra”). Me da pena y a la vez bronca que un lugar de todos esté en tan mal estado. Más bronca aún cuando Vane me contó que la biblioteca recién inaugurada de la UCA costó la friolera de $12.000.000. Qué mundo injusto…pero no entremos en esos temas.
Contrariamente a mi pre-noción de que no iba a captar mucho en una clase para alumnos de Lógica I y II, me entretuvo e interesó, a la vez que mis neuronas pudieron defenderse más de lo que yo confiaba. Era hasta cómico ver cómo una de las profesoras nos miraba como diciendo “Ustedes no son de acá”, para no nombrar la señora sentada delante de mí que no se quedó quieta un segundo, y los infaltables de siempre, que llegan a mitad de la clase y paran el continuum de palabras queriendo pasar. Con los años mi paciencia se va achicando…
Salimos de ahí y cruzamos a Buchin Libros, donde fui con la idea de comprar “El Eternauta”, hecho que no sucedió debido a que mi antena captó “El cine según Hitchcock”, libro que ya me había decido a olvidar luego de buscarlo por tierra y aire. Las cosas suceden en el momento menos pensado dijo alguien alguna vez…y quizás tiene razón. Como me ocurre con asiduidad me quedé con $1.50 en la billetera…pero valía la compra. Vane también se tentó y se compró “El cine por asalto” de Feinmann. Una peor que la otra.
El azar, los dados de dios o no sé quien jugaron a mi favor ya que no andaba la máquina de monedas del colectivo y viajé gratis. Creo que está todo conectado…quizás el no-humano del bondi sabía que era lo único que me quedaba y fue compasivo conmigo. Igualmente, así hubiera tenido que volver caminando hasta lo de Vane, no me importaba…Hitchcock y Truffaut estaban conmigo.
Una vez en su casa tomamos la merienda habitual (en su casa hay una constante que no falla: jugo de limón, café después del almuerzo, mate y TCM a media tarde, y café con leche o chocolatada antes de volver a la facu), yo lo hice con el libro al lado mío….no iba a ser cosa de que se escapara. Jugué un rato con Sofía y me dí cuenta de cuánto aprenden a significar los chicos…es impresionante.
La noche nos encontraría con otra clase volada: Blast, con Sandra nuevamente, tan agotada como nosotras y esta vez sin “Richard”. Entre Althusser, Badiou, el sujeto barrado de Lacan, y los dos alumnos que siempre hablan para complicarle la existencia a los demás, creo que ya no podía asimilar más palabras ni conceptos. Ya a esta altura mi “switch” (como dice mi compañera) se había apagado. Eran las 22:20 cuando pegamos la vuelta. Vuelta a casa, chequeo de mails, y a dormir. Mis pensamientos del comienzo empezarían a hacer lo suyo…y el tren empezaría a pasar.
¿Qué me dejó este martes?…un par de cosas.
* Que la Ley de Murphy funciona
* Que no hay que asignarle una teoría filosófica al Tractatus porque “se lo destruye”
* Que tengo que conseguir la primera versión en inglés del Tractatus y la primera de Investigaciones según el señor “cinto verde”
* Que los filósofos no están locos…porque todos somos un poco filósofos y todos estamos demasiado locos
* Que la comida chatarra un día a la semana es buena
* Que los niños de un año y medio "significan" mejor que muchos adultos
* Que Vane está chiflada (quizás por juntarse conmigo) pero es de fierro
Y finalmente:
* Que Dios las hace, la facultad y el cine las amontona....... y el blog aglutina todo
GGss
1 comentario:
como siempre tus posteos me dejan con la boca abierta... pero este tiene un ingediente particular, todo esto lo pasamos juntas...
dicen q la curiosidad mató al gato, pero esta leonina no se cura de espanto... quien me mandó... uno hace las cosas por voluntad de querer hacerlas, o como en el 70% de mis casos, de mera chusma, y por querer saber siempre un poquito mas...
pero esto engloba solo una parte de nuestro loco dia... divertido dia... educativo dia... agotador dia... satisfactorio dia...y todo en muchos sentidos...
seria dificil comentar cada cosita porque me llevaría un posteo igual de largo, y yo con el mio ya tengo suficiente... jeje...
todo esto tendria una continuacion, una secuela diriamos, y fue el dia de hoy (miercoles 17): cine (Mamma Mia!!!, no hay palabras para explicarlo!!! Colin y pierce cantando me supera, casa (que estaba no solo Sofia sino tambien el babau), pasar por Cecilia (el viento las amontona...) y facu... todo con el condimento de que te animaste y viniste en el auto!!!
bueno te dejo, con la ilusion de que mañana nos espera otro dia igual... Ya en el intinerario tenemos, por mi parte la oficina y vos Mayol, despues nos reencontramos en casa, para terminar yendo a la facu mas tarde... puff!! ya me canse, pero sabemos que no va a ser sólo eso..
Recien Cecilia nos lo marcó que nosotras no paramos de hablar (nos cansaremos tb por eso?), pero es algo que de alguna forma ya lo sabiamos, porque de manera muy bizarra la gente se nos aleja del cole o de la fila, cuando nosotras ponemos "play"...jiji
esperemos seguir fomentando esta locura, nuestra Folie a Deux
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