viernes, 18 de diciembre de 2009

Cuántos lugares que no llegaremos a conocer...

El día miércoles, después de la reunión gaucha en lo de la Sra. Vera, y aprovechando los precios accesibles (dentro de lo no accesible...), fuimos al cine a ver el gran cliché apocalíptico 2012.

Acompañadas por el pororó (que no nos hacía de la religión Bororo) salado y los personajes de siempre: el hombre que hace ruido con el papel de los caramelos, la vieja loca que aplaude y se ríe sola de cualquier cosa (además de los comentarios en voz alta), los chicos que se pasean por los pasillos, las fashions teenagers con sus jopos al viento que fueron a ver la peli porque se daba en 45 salas (y quizás confundidas, pensando que estaba protagonizada por Robert Pattinson), el viejito que destina en este gran hobby una parte de su jubilación, y demás personajes de la fauna cinéfila (y no tanto), que uno ya comienza a divisar desde la entrada...

Qué decir de un film que aprovecha y le saca todo el jugo que puede a una teoría precolombina milenaria y conocida por pocos, pero hecha pública en el último (muy último) tiempo...Un film que a la vez en ese deseo de aprovechar tanto termina desaprovechándolo todo, sin siquiera darle una vuelta narrativa a la historia. La película de Roland Emmerich podría haberse llamado tranquilamente 2014 y nada hubiera cambiado.

Tiene un muy buen aprovechamiento de los actores (todos se lucen), pero se han desaprovechado características de las personalidades de los personajes que hubiesen enriquecido la trama (por ejemplo: no ahondar en la novela que escribe John Cusack –que por casualidad trata sobre la desaparición de la Atlántida-).

Pero vayamos por partes.

En 2012 se ve por primera vez que el fin del mundo no está condicionado por las maldades del hombre, ya que lo que lo produce en este caso es el resultado de las emanaciones de neutrinos producto de tormentas solares cada vez más severas, que al recalentar el centro de la tierra, comienzan a desestabilizar la corteza terrestre. Se nos empieza a mover el piso!!!!!

Sin repetir y sin soplar, características de las películas apocalípticas, empezando ahora!:

- Científico bueno que descubre lo que pasa pero que es ignorado por las más altas esferas del poder

- La familia disfuncional (padres separados, hijo que trata con indiferencia al padre –lo llama por su nombre de pila-, hija con algún tipo de problema, pero con Edipo, novio nuevo de mamá que tiene buena suerte y es exitoso –pero termina mal-, padre frustrado, y madre confundida entre el ex y el actual)

- Todo sucede en el fin de semana en que el padre ve a sus hijos

- El paranoico que sabe la verdad (tiene todas las postas), y lo transmite por algún medio de comunicación (será Comunicador Social???)

- El político corrupto

- El rico que compra todo lo que piensa que está a su alcance, con la novia busto-hecho versión Paris Hilton (acá agregamos el perro simpático)

- El Presidente yankee (últimamente retratado como negro en películas apocalípticas, así que no podemos decir que sea el efecto Obama) honesto, honrado, leal, decente, bueno, padre de familia ejemplar, que vela por el bienestar de sus conciudadanos, transmitiendo desde el Sello del Águila (más presente que las cadenas nacionales locales)

- El avión presidencial como protagonista (en este caso malo para ellos)

- La cuestión idiomática: todos dominan re-bien el inglés (hasta los mongoles)

- Los protagonistas además de que siempre salen airosos en los últimos 5 minutos, terminan descubriendo que aparentemente son expertos nadadores, aviadores, paracaidistas, pistoleros y demás etcs

- Los edificios y las vallas de las residencias que parecen hechos de papel....un auto los rompe como si nada

- La caída de los grandes íconos (en este caso la Casa Blanca –un clásico-, el Obelisco de Lincoln, el Vaticano, el Cristo Redentor, Hollywood –la falla de San Andrés que nos separa-, el Parque Yellowstone...), y obviamente todo lo que esté a menos de 6.000 mts de altitud (al primer tsunami desapareceríamos nosotros...)

- Todo empieza siempre en el continente norte (o sea, Estados Unidos)...mayormente Los Angeles o New York

- Los norteamericanos como grandes salvadores...HEROES

- La charla con carga emocional de alto voltaje cuando el tiempo del contador nos dice que tenemos 15 segundos de vida

- Las despedidas empalagosas por teléfono

- Los buenos nunca mueren...algunos se martirizan y los malos se redimen al final (esto se lo debemos a Sir Hitch, el Gordo)

- Soluciones mágicas y en poco tiempo (al final no era para tanto)

- La bandera yankee (para reducir costos impositivos)

Entonces, en una mezcla de Día de la Independencia, La guerra de los mundos, Impacto Profundo, Una tormenta perfecta, El día que la tierra se detuvo, El día después de mañana, Poseidón y hasta Titanic, 2012 termina siendo un buen film sólo para ver en pantalla grande. En cuento a esto, una de las editoras opina que hubiera sido más gratificante e impactante que llegara en versión 3D. Quizás, de esta manera el espectador a pesar de la pobreza narrativa, se hubiese compenetrado más en la historia.

Al margen de los clichés y lo redundante, hay que destacar el hecho de que sus 158 minutos pasan volando...siendo sólo la incomodidad de la butaca el detonante del paso del tiempo.

Por eso, sí recomendamos ver este film en el cine y volverlo a ver en la tranquilidad del hogar con unos buenos parlantes, porque merece los comentarios en simultáneo. Así y todo, es una buena ocasión para recordar las pelis que ya pasaron... que ya nada nos asombra y que, aunque como dice Mirtha, “el público se renueva”....el cine no.

Vanemaz & GGss