La RED

Mirándome en El espejo que son Los Otros, me doy cuenta de cuánto nos ha afectado este año de cursado, cuántas Historias mínimas se tejieron en los salones, en los que muchas veces llegué a sentirme Bajo amenaza, Acechada por esos Sospechosos de siempre, que en realidad son Buenos Muchachos llamados Marcelo (El hombre que sabía demasiado), Cholo (Un gran chico) y Aníbal (¿o Hannibal?, ese hombre que transformó la Identidad desconocida de los alumnos en Petróleo Sangriento). Esos profes que son como Los intocables, los tres y no Los cuatro jinetes del Apocalipsis, que tienen como un Sexto Sentido para acercar a los alumnos, para que hagan Contacto con la materia y se enganchen, para que cada día sea un Día de entrenamiento, para que evitemos empezar con Mi pie izquierdo o sentirnos Lost en un Mar adentro, y lo hagamos en cambio, Cantando bajo la lluvia.
Entre redes virtuales, programas nuevos (algunos realmente delicious, otros: nets que viven en nuestro escritorio virtual) y el blog (La Pasión, o mi Diario de una pasión), al principio me sentía Con la muerte en los Talones, al borde de la Psicosis más radical, queriendo sacar mis Bajos Instintos a la luz, con La soga al cuello, con la mente casi Quemada por el sol, Exterminada, al borde del Apocalipsis Now, queriendo cometer Crímenes y Pecados, y eso que era principio de año…pero yo me sentía Lolita o mejor dicho, me sentía como El caballero oscuro…enojada, inexperta y apocalíptica con la tecnología, esa “cosa”, bueno, “La cosa” Dura de Matar...
Por suerte Vane, cual Mago de Oz, llegó y me dijo “Ricordati de me”, y casi como El exorcista de algunos de mis demonios, los fue sacando poco a poco… Ahora entonces yo le digo a los demás, en temas tecnológico: Hable con ella si quiere Volver a creer que hay vida después de algunos programas. Fue como un Milagro en Milán…fue un Milagro Inesperado.
De El ocaso de una vida pasé a ser como Un americano en París. El cielo, que parecía de Terciopelo Azul, se convirtió en Vainilla Sky. "Abre tus ojos" me dijo Latour, y fue El día en que la tierra de detuvo. La era del hielo, del sentimiento frío hacia los no-humanos, del gusto a Arroz amargo, se trasformó en Chocolate. ¡Qué bello es vivir! dije, los no-humanos son interesantes, son como Los pájaros que nos guían, como El resplandor que nos pega en los ojos para hacernos ver hacia donde está el horizonte, El imperio del Sol, el Destino final. La cuestión no era Tener y no tener, sino hibridarse con esas prácticas, pasar de ser El fugitivo a ser El maquinista.
No más Mentiras verdaderas o Mentiras que matan, no más Secreto en la montaña, no más Juego del miedo, no más Tiempos violentos con la tecnología...llamémoslos mejor: Tiempos Modernos.
Los Días de gloria parecían querer acercarse, La sombra de una duda sobre el porqué de nuestras nuevas Relaciones peligrosas con lo tech parecía disiparse lentamente, con un único Daño Colateral: mi locura empeoró, entré en un Frenesí, en un Camino sin retorno.
Ya finalizando el año, comenzó An affair to remember: la Red de Tesistas, que casi como Un lugar llamado Notting Hill, casi como Manhattan o Casablanca, o como un regalo venido De Rusia con amor, nos llenó de entusiasmo y por qué no, de alegría.
Sin lugar para los débiles, somos una especie de Secta de los sin nombre o Sociedad de los poetas muertos. Aquí no hay un Padrino, pero sí muchos Friends. Nos falta un poco para ser El graduado, previo paso por la Tesis, pero igual, se intenta ver a esto “como un proceso y no como un producto”. Así que quien sabe cuanta agua pasará por El puente sobre el río Kwait o los Puentes de Madison, cuantos nuevos Proyectos Blair Witch pasarán por nuestras cabezas, ¿habrá algún Cambio de Hábito?, ¿se escribirán notas que alguien dirá “Quémese después de leerse”? Seguramente. Cuantas Promesas del este hemos puesto en juego en esta red, que empezó como una Mujer sin Cabeza, como El nido vació que fuimos llenando de ideas, como Todo por un sueño, pero que en poco tiempo terminamos buscando los Motivos para no enamorarse de ella. Hay una especie de Encarnación. Pero lo sumamente interesante es que cada uno visionará a su trabajo de tesis de una manera diferente: muchos quizás como una Mujer Bonita, otros como La gran Estafa, El gran truco o El ilusionista, algunos como La guerra de los mundos o una Misión Imposible y otros tantos Como agua para chocolate. Yo por mi parte, desde hace mucho la llevo en mi mente, casi en mi cuerpo, como Un tranvía llamado deseo.
Las Luces de la Ciudad, de esta Ciudad del Pecado rosarina nos invitan a seguir palpitando más encuentros, en La Strada, Sunset Boulevard o Wicker Park, compartiendo pensamientos, emociones, sentimientos, opiniones, anécdotas, aunque seamos 12 monos, o Seven, o porqué no 8 y medio.
Lo que sí es seguro, es que habrá Otro día para morir… Por el momento, disfrutemos de La dolce vita y celebremos Entre Copas.

Mejor…imposible.

GGss a.k.a Mary Connor