miércoles, 11 de marzo de 2009

Sí se puede vivir del amor...

"El mejor amor es el que despierta el alma y nos hace ir por más, el que planta fuego en nuestros corazones y trae paz a nuestras mentes"
WALT WHITMAN

El amor por él se gesta desde la panza. Ya desde ese momento se pega a nuestra alma para no separarse nunca más. Va creciendo al igual que nosotros, alimentado por los genes de tantas personas que hacen su aporte: el abuelo Danilo, la tía Adri, la tía Hilda, papá. Empieza a formar parte de nuestra manera de concebir el mundo desde los primeros años. Se filtra en los años escolares y va creciendo con retazos de vivencias que recortamos y hacemos nuestras, como cuando esperaba cada vacaciones de invierno para encontrarme con él en ese lugar mágico de calle San Martín. Esos sí que eran tiempos de puro enamoramiento!!!
Cada día nos da una razón para levantarnos y nos acompaña en los sueños ya desde antes de dormirnos. Está con nosotros en las buenas y en las malas, nos alegra cuando estamos tristes, nos acompaña cuando estamos enfermos, aparece de repente materializado en ideas o recuerdos cuando estamos en clase o incluso rindiendo un examen. Lo podemos encontrar en la esquina de casa, o a unas cuadras, dentro de un gran complejo, en la casa de alguna amiga, en una charla, en una máscara, en un aviso, en los sueños, en nuestros pensamientos cuando esperamos que nos atienda el doctor, en el colectivo o detrás de alguna pantalla.
De alguna manera él nos ha hecho mejores personas, nos ha transformado en soñadores desde temprana edad, le ha dado a nuestras vidas una buena razón para ser vivida, nos ha alegrado tantas veces, nos ha hasta alejado de algún que otro tonto intento de hacernos mal, ha aparecido cual ángel para decirnos que se puede seguir, que debemos confiar en nosotros aún cuando nadie (sólo unos pocos) lo hagan.
Cuantas veces transformó nuestra espera del colectivo en la Plaza Sarmiento en una espera al guiño de James Bond para empezar a correr, o en una investigación detectivesca encubierta, cuantas veces nos alentó a subir al techo de la abuela Enri y escondernos y correr siendo perseguido por unos gángsters, cuántas veces transformó nuestras anécdotas en historias a ser contadas…
Nos ha acercado a gente maravillosa y nos afirmó esa extraña convicción de que los artistas, sí, esos que no conciben la vida sin la creación, muchas veces no son entendidos, ¿pero qué importa? si eso nos demuestra que no todos ven el mundo de la misma manera…
Y es verdad, porque quizás en un mundo de miles de millones de personas, sólo unos pocos pueden llorar al final de "El gran pez", "Elsa y Fred", “Crímenes y pecados”, “Mi vida sin mí”, “La familia” o “Qué bello es vivir”, o alegrarse al escuchar “Singing in the rain” a cualquier hora del día, o rebosar de felicidad después de buscar y por fin conseguir algún film del gran maestro Alfred Hitchcock, o aún, quedar impresionado por el talento de los Gus Van Sants, los Woody Allens, los Hitchcocks, los Wilders, los Bergmans, los Almodovars, las Coixets, y obvio, los Fellinis, que han sido también grandes (y ricos) frutos de este amor sin barreras…
Este amor nos ha afectado desde el primer respiro, nos ha enseñado a volar, a soñar, a seguir, a aprender a confiar en uno mismo, nos ha creado un mundo para ser vivido sólo por nosotros, un mundo del que jamás escaparemos, un mundo que nos cobija calentitos y felices, que nos alimenta y se nos presenta en cada elección cotidiana, en cada frase, pensamiento, anécdota, palabras que decimos y que escribimos, porque este amor está en nosotros, vive en nosotros, forma parte de nosotros…porque es nosotros.
Uno intenta contar historias y éstas lo terminan formando, y a la vez permite que uno se transforme en esas historias, y esa es la magia, el fruto de este amor gigante, sin el cual nuestras vidas se transformarían sólo en existencia mundana…
Gracias Marisol, Vane, Ceci, Cele por darme fuerzas tantas veces en las que tenido ganas de tirar todo por la borda o me he sentido inservible...Gracias por darme razones para seguir en este duro camino de perseguir los sueños, de hacer e intentar vivir algún día de lo que más amo.

Y querido Cine: gracias por ayudarme a vivir la vida cada día como “un pedazo de pastel”, y por enseñarme que las palabras del gran Alfred eran ciertas: “Existe algo más importante que la lógica: la imaginación”.

GGss

2 comentarios:

vanemaz dijo...

snif snif!

estuve toda la noche pensando q podia comentar, pero la verdad hay cosas q no se pueden explicar con palabras...

a diferencia de tu prosa, me cuesta muchisimo explicar esto... pero creo q algo puede llegar a salir...

es dificil hablar del amor, ese sentimiento q nos llena en muchos sentidos y q a veces tambien nos deja grandes vacios...

pero uno con el paso de los años aprende de quien tomar y a quien aferrase, y creo q eso tambien es parte de ese sentimiento...

la verdad q no se para donde estoy yendo, y tampoco quiero escribir gansadas por escribir...

te dejo un millon de besos sabes q te quiero y respeto Muchisimo.. como asi tambien sabes q podes contar conmigo incondicionalmente (y lo sabes)...

nos conocemos mucho a pesar de los pocos años q hace q nos conocemos, pero viste q cuando uno realmente quiere a la persona, se da cuenta q le acontece a la otra en las cosas mas tontas.. asi q creo q eso tb forma parte

muchos beso :)

María Eugenia Del Zotto dijo...

Como buena amiga y como buena leonina, con solo mirarme (o leerme) te das cuenta al toque de lo que me pasa (siempre che!)
Ayer la verdad que no tuve un día muy soleado, y siempre digo que en los momentos más feos, más tristes, se me ocurren cosas para escribir...así que no lo dudé y escribí lo que me iba saliendo...sin hacer pausa casi jeje, y puedo asegurar que después me sentí mucho mejor (María Luisa al fin y al cabo me aconsejaba que lo hiciera siempre)...

Gracias por ejercer un verbo, una palabra que lo dice todo: "estar"...

PD: lo que odio es ver cómo la gente entra a este espacio y nunca me deja su opinión...eso me serviría mucho..en fin
GALLINAS!!!!!