domingo, 23 de mayo de 2010

Viudos del pasado en versión cinéfilos...sólo una humilde opinión

De casualidad, al pasar las páginas de la sección Señales, esperando los canelones del domingo en mi antiguo hogar, me encontré con una nota titulada: Siempre nos quedará París.

Más allá del juicio estético y de la preferencia de cada cinéfilo a la hora de elegir, y estando de acuerdo con el periodista en que “Me encanta el cine y soy un excelente espectador: hasta que dice "The End" no me levanto de la butaca, no importa si se trata de un delirio psicodélico, ciencia ficción clase B o un bodrio clásico. Me encanta el cine de director, pero no le tengo miedo a un "blockbuster" de Hollywood con persecuciones imposibles y finales edulcorados”, no estoy de acuerdo en eso de que “la teoría de que la tecnología produjo más daño que provecho a la pantalla grande”.

El artículo me recuerda a una etapa apocalíptica por la que la mayoría de nosotros hemos transitado alguna vez. Destaco que disfrute “como un niño cuando en Hollywood aparece un bribón como Michael Gondry o los Coen más políticamente incorrectos. Porque es gente que pone las ideas por delante de los efectos especiales, con la tecnología al servicio de una historia, donde el fin no depende de los medios”, pero lo que me lleva a escribir esta nota es preguntarme qué considera el periodista por “la tecnología”, una pregunta que incluso dispara muchas reflexiones que harían de esta nota algo muy extenso.

No comprendo con qué vara se puede medir si un film es más tecnológico que otro, porque de todas formas, por todos los costados, el cine siempre fue, es y será “tecnológico”. Destacar los "diálogos inolvidables del blanco y negro" nos hace olvidar que éstos también fueron producto de asociaciones tecnológicas; rescatar el cine de autor nos vuelve espectadores nostálgicos (como aquel Alfred triste por la aparición del cine sonoro). No estoy en desacuerdo con serlo, de hecho creo que ya no habrá más Hitchcock’s ni Fellini's, Wilder’s, Welles' o tantos otros, pero quién sabe cuántas nuevas hibridaciones nos alegrarán una tarde de domingo.

La tecnología solo lo es cuando se ha nacido antes que ella” dice Alan Key, en un intento de mostrar que estamos demasiado habituados a criticar todo lo que sucede después de nosotros. La nostalgia puede llegar a ser un camino sin retorno.

Latour, por otro lado dice que “El pasado no está superado sino retomado, repetido, rodeado, protegido, recombinado, reinterpretado y rehecho (…) toda cohorte de elementos contemporáneos puede ensamblar elementos de todos los tiempos”, y que tendemos con mucha facilidad a separar el Tiempo. Esta concepción moderna de tiempo, no nos deja aceptar que el cine mismo es producto de hibridaciones constantes, trans-formaciones, que nos involucran como autores y como espectadores, pero sobretodo como ACTORES. No podemos concebirlo como un mero artefacto, un instrumento manipulado por nuestras manos humanas.

El problema entonces sería el de omitir diálogos, interacciones entre los actores (humanos, obvio, no?) en pos de animaciones y efectos en 3D…¿demasiados para la dieta de cualquier espectador contemporáneo acomplejado con lo new? ¿Pero fue el cine siempre homogéneo, monótono, uniforme? ¿Cuántas muertes ha sufrido el cine?, se pregunta Gustavo Aprea. Según el autor, tuvo 4 vidas (fue primitivo, clásico, modernismo y contemporáneo….and counting). Según dice, lo que muere no es el cine sino una forma de hacerlo y de verlo, una práctica social, los significados que intenta representar. ("Las muertes del cine" en El fin de los medios masivos : Scolari/Carlón)

Los cambios tecnológicos generados a partir de la digitalización de las imágenes y la conformación de redes junto con las nuevas prácticas que se generan conforman un sistema de medios sumamente complejo en el cual sin duda se encuentra inmersa la cinematografía”.

Más que la nostalgia de creer que, como a Rick e Ilsa siempre nos quedará Paris, puede llegar a ser interesante pensar que, cuando se trata de tecnología y cine, aunque sean parte de un mismo colectivo, “este es el comienzo de una hermosa amistad”…

Habrá que empezar a tener en cuenta que quizás, como dice Latour, lo humano está en el intercambio mismo...

GGss


Para más info sobre Bruno Latour y sus concepciones de Tiempo, Actor, Híbrido y Colectivo:

- LATOUR, Bruno. La esperanza de Pandora, Buenos Aires, Gedisa, 2001

- LATOUR, Bruno. Nunca fuimos modernos, Buenos Aires, Siglo XXI, 2007

- LATOUR, Bruno. Reensamblar lo social, Buenos Aires, Manantial, 2008

...y alguna próxima nota!!!


2 comentarios:

vanemaz dijo...

y Latour se hizo una vez mas presente en el cine, ya casi tiene un rol protagonico... jajajaja

cada cambio en el cine fue visto con malos ojos, y siempre añoramos el pasado, y lo tildamos de que fue "mejor"... mejor para quien?

pensar el paso del mudo al sonido (ver Cantando bajo la lluvia jajajaja), pensar el paso del b/n al color (ver El mago de Oz).. pensar en cada uno de esos pasos, es hacernos preguntas...

el cine es tecnologia aplicada desde sus inicios, antes de Melies, antes de Griffith, incluso antes de los Lumieres, siempre la tencologia metio su mano (sus dedos en ella)... sera cuestion de que no la demonicemos.. es cierto, ahora todo es 3D sino no es nada, pero xq caer en la nostalgia??? aprovechemos lo que tenemos, y saquemosle a todo el mejor provecho.. para poder disfrutarlo siempre!!!

Anónimo dijo...

Latour... Latour Yeah, I've read of him in the Revolution Museum in Cuba.... I couldn't help laughing when I remember that last name....In the next chapter face to face.