martes, 25 de noviembre de 2008

Bond lo hizo de nuevo...¡Craig también!



Después de algún tiempo ausente volvió el "Ciclo: cine + devenir", y déjenme decir que, ahora que las clases finalizaron volvió más que nunca para quedarse. El elegido de esta edición es nada más ni nada menos que el último film del espía británico más sexy de todos los tiempos: James Bond, y lo de sexy va en serio porque, a pesar de mi preferencia por el guapo de Pierce Brosnan (cuyo sex appeal desapareció cuando lo vi cantando y bailando “Our last Summer” en Mamma Mía), creo que Daniel Craig le está lentamente robando el puesto y sin lugar a dudas erigiéndose como el mejor de todos los tiempos (con perdón de Sir Sean Connery).
La cuestión es que, como vengo haciendo con las masterpieces dignas de ver en la pantalla grande, esas que poseen una adrenalina visual que valen el precio de la entrada y mucho más, esta semana fui de nuevo a encontrarme con el agente secreto…venía de una semana dura junta a otro británico: Sir Alfred Hitchcock, y “Rebecca”una mujer inolvidable (que sale en la próxima edición del ciclo jeje).
Sin dudas, esta vez pude sacarle más jugo al film de Marc Foster (director de ese bello film llamado “Finding Neverland” con Johnny Deep y Kate Winslet), un director que hace maravillas con la cámara. Describe, tensiona, transmite vértigo…muchos movimientos herederos quizás de otro creador como lo fue Hitch (perdón, pero las horas delante de la pantalla analizando movimientos me volvieron aún más loca).
“Quantum of Solace” sigue narrativamente la historia de “Casino Royale”, es decir, empieza justo donde la anterior termina. James va tras el Sr. White buscando desbaratar a la gigantesca organización llamada Quantum que opera globalmente y también, buscando vengar la muerte de su amada Vesper, víctima directa de ésta. Esta vez, el villano de turno es Dominic Greene (encarnado excelente por el francés Mathieu Amalric), miembro de Quantum y responsable de financiar a quien sea con tal de conseguir lo que quiere. Esta vez el país elegido es Bolivia, lugar al que Green llega para hacer negocios con Medrano, un General exiliado a quien ayudará a volver al poder a cambio de una porción considerable de tierra en el desierto que contiene algo que le interesa. Greene oculta sus intenciones detrás de la entidad benéfica Green Planet. El General también está en la mira de la sensual Camille (Olga Kurylenko), quien también quiere vengar una muerte…o varias.
Sin dudas esta es una historia sobre la confianza y la lealtad, y sobre el precio que tiene el poder…algo que claro, como tiene precio, se compra y se vende. Y es por eso que por primera vez una película bond se acerca realmente a un tema que nos concierne a todos: la venta de tierras nacionales a empresarios extranjeros. Además se refleja una vez más que para los europeos Latinoamérica es casi como el General Medrano llama a Haití “una cagada de mosca en el medio del océano”.
Dejando el tema político de lado, la película se destaca no sólo por los alucinantes movimientos de cámara ya mencionados, sino por un montaje de lujo: sobresale la escena en la que mediante un montaje alternado se muestra el encuentro violento entre Bond y los miembros de Quantum, y por otro lado la ópera Tosca que es llevada a cabo en el mismo lugar, todo unido por la música de la ópera (un lujo visual y auditivo muy similar al que logró Francis Ford Coppola en el final de El Padrino III). Además de los exteriores, filmados en lugares tan disímiles como Italia, Panamá, Austria y el desierto de Atacama en Chile.



Para alegría de los que se quejan de los subtítulos, la película es acción pura, con casi un 70% de escenas donde sólo se escuchan tiros o aceleradas de vehículos, además de la siempre presente música bondiana que tanto amamos y de la joyita inicial “Another way to day” performed by Jack White y Alicia Keys. En el otro 30% sobresalen los diálogos entre M (Judi Dench) y Bond, y hay que decirlo, este 007 es el más hilarante e irónico de todos (“Matame, prefiría estar en la morgue” le dice a Miss Fields al ver el hotel que le habían reservado en La Paz), el que hace que M se luzca a su lado con el humor netamente británico.


Una vez más se demuestra que a Daniel Craig le cabe de maravillas el traje de Bond, y que además, al igual que Cristian Bale en Batman, él puede hacer lo que quiera con el personaje, porque todo lo hace de maravillas: puede manejar fancy cars, viajar de una lado a otro del mundo, intentar hablar castellano, acostarse con una oficinista y hasta desobedecer a M, porque a este Bond no le importa si el Martini está agitado o revuelto o si es "Bond, James, Bond", porque él sabe mejor que nadie que aunque rubio y más petiso, nadie lo puede igualar...y yo sé que ahora más que nunca: QUIERO SER UNA CHICA BOND!

GGss

1 comentario:

vanemaz dijo...

No sólo Bond y Craig lo hicieron de nuevo... tambien Maru...
extrañabamos estos devenires, y la verdad (doy fe) estuviste atareada, porque tuviste que verla por segunda vez para hacer esta publicación...

de la pelicula no podemos agregar mucho más, sólo tengo un pequeño detalle, hay algo de este Bond que no me cierra, no se que es... se que el personaje se tuvo que ayornar (es mas desalineado y violento) pero me quedo con Pearce (a pesar de tener en mi mente y en mi chupete a Mamma Mia!)

Como siempre me encantaria tener la tecnologia con la que cuentan en MI-6, pero bueno... jeje...

Te dejo saludos, y espero ansiosa la proxima salida... ¿cuando sale Alicia!!!!? (ja)