miércoles, 28 de mayo de 2008

Humanos/No-humanos, McLuhan, Cronenberg y Terminator

Mientras estoy releyendo los textos de Lash y "La esperanza de Pandora" de Latour, me doy cuenta de que realmente me encuentro rodeada, como diría este último, de no-humanos: la radio, el celular, el teléfono inalámbrico y la compu (encendida bajando info). Me interesa reflexionar sobre lo que significaría “no-humano” en términos de lo que Latour plantea, “no-humanos” no como meros objetos sino como un entidad que indefectiblemente nos va incorporando, formando una nueva y diferente relación. Una hibridación que nos hace inseparables, un entrecruzamiento en el que ambos (ambas propiedades) confluyen en un nuevo tipo de relación. Un eterno devenir deleuziano. Como en las películas de David Cronenberg (gran conocedor y "buceador" de las profundidades de los seres humanos…si, usted, yo, el vecino, el profesor…), al estar afectados por nuevos artefactos, nuevas tecnologías, formamos un nuevo ser. No es casualidad que este genio canadiense haya sido y sea aún uno de los mejores lectores de la teoría de otro grande canadiense: Marshall McLuhan. Este dijo alguna vez: “formamos nuestras herramientas y éstas luego nos forman”…una frase que se refleja una y otra vez en los films de Cronenberg, quién parafraseando a Marshall, dijo: ""Te gusta William Burroughs, sale por la televisión, lo grabas y lo tendrás en casa cuando quieras, siempre. Así pues, sin duda forma parte de tu sistema nervioso, está a tu alcance, puedes tocarlo". En su filmografía la sociedad se ve "enfrentada" a operar recíprocamente con la tecnología de los medios, afectando sus patrones de experiencia humana (en Shivers, a través de un virus sexual; en Rabid, por medio de una mutación estética; en Scanner, debido a la experimentación mental; en La Mosca, a través de la experimentación biotecnológica; en Crash, como metáfora sexual de los automóviles y en Existenz, a través de un videojuego virtual). La constante de Cronenberg es una exploración de cómo los medios tecnológicos están constantemente al servicio de propósitos humanos y de sus transformaciones psíquicas y fisiológicas. En otras palabras, la tecnología al servicio del hombre y como productor de sus principales cambios, que lo conducen hacia otros estadíos, creando un nuevo ambiente.
La cuestión que me planteo diariamente (si, ya es una constante del divague diario), es si este creciente número de no-humanos que se entremezclan y afectan con humanos, esta nueva relación, no va dejando poco a poco nuestra humanidad de lado. Lo digo en el sentido de que hoy en día nos estamos volviendo cada vez más dependientes de lo no-humano y más independientes de lo humano. Estamos perdiendo poco a poco ese lazo social tan fundamental con nuestros pares “humanos”. Quizás sea en este sentido que se habla de tristeza moderna, melancolía por ese pasado no tan lejano...
Con respecto al tema de la modernidad, de ser moderno, me acordé de una nota muy interesante y entretenida que salió en la Revista Ñ el sábado 5 de abril de este año: Todo lo que debe saber un moderno.
¿Qué nos deparará el futuro? ¿Será este eterno devenir humano/no-humano algo fructífero a nuestra esencia, a nuestros lazos, o terminará por convertir a las máquinas que el mismo hombre creó en las nuevas amas del universo? La utopía terminatoriana se hará realidad? cuesta admitirlo pero puede que si...Hasta la vista, baby!
GGss

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